miércoles, agosto 17, 2011

La JMJ y el efecto Champions

Ayer se inauguraba la JMJ y me di un paseo por el centro de Madrid para poder entender mejor este acontecimiento.

Ayer fui paseando (con una temperatura de 34º) de la Glorieta de Bilbao a Gran Vía (por la calle Fuencarral), por la Gran Vía bajé hasta la esquina con Alcalá, subí por Caballero de Gracia a la Red de San Luis, paseé por Montera, llegué a la Puerta del Sol y recorrí Arenal hasta Ópera. Esto lo hice mientras se celebraba la Eucaristía inaugural de la JMJ en Cibeles.

Las comparaciones son odiosas y si afectan a temas religiosos o morales lo son más, pero creo que es bueno en este caso usar un símil, con todos los respetos.

El centro de Madrid está lleno de grupos vestidos más o menos uniformemente, exhibiendo sus enseñas nacionales, bailando, hablando y disfrutando en múltiples idiomas. Además de ellos, estamos los habitantes de Madrid de agosto, con sus chanclas y sus pantalones cortos. Al ver los dos mundos, me recordó a la final de la Champions.

Para los que no seáis futboleros, os diré que cada año la UEFA elige una ciudad europea para ser la sede la final de la Champion, el ser elegida no implica que un equipo de la ciudad juegue la final, de hecho es una rareza jugar en tu ciudad. Eso produce un efecto curioso, una ciudad se ve invadida por varios miles de ruidosos hinchas durante 24 horas, sin que los locales se jueguen nada en el tema. Esta es la impresión que me llevé del mi paseo de ayer, salvando las distancias, que son enormes, aquí se trata de un acontecimiento religioso, que dura una semana y que atrae (al parecer) a millones de fieles. Si vas a los barrios, huyes del centro, la vida en Madrid sigue su curso, el tranquilo y caluroso curso de agosto.

Otro tema, y quizás más complicado es entender la capacidad de convocatoria del Papa, si olvidar el elemento lúdico del acontecimiento, que es digno de admiración. Sin querer entrar en discusiones, también creo que la capacidad de convocatoria también debe de ser medida cada domingo en las parroquias y no sólo en este tipo de acontecimientos.

Mas allá de este “efecto Champions”, creo que la tolerancia es esencial para la convivencia, y que hay que aceptar este tipo de acontecimientos, respetarlos y aprender de ellos. El rechazo por el rechazo parece una posición muy pobre, igual que su defensa ciega.

domingo, junio 19, 2011

¡Indignaos! de Stephen Hessel

He leído finalmente el famoso texto de Stéphane Hessel, ¡Indignaos! Estaba muy interesado en leerlo, porque parece que está sirviendo de argumento a todos estos grupos que claman contra la sociedad en la que viven.

Desgraciadamente, he encontrado bastantes tópicos, pero pocas respuestas. El texto parte de la denuncia, ya manida, de la dictadura de los mercados. Pero no aporta un modelo alternativo, de hecho parece recomendar el modelo socio económico que Francia se dio tras la guerra mundial, modelo, que ha evolucionado hoy hacia el de una economía de mercado con una fuerte intervención estatal.

Habla Hessel de que la sociedad debe de promover el justo reparto de la riqueza, olvida enseñarnos quien va a decidir que es justo. La economía de mercado establece que es el propio mercado el que más justamente reparte los recursos escasos. En el caso de las economías de Europa continental, este reparto se ajusta con la intervención del estado, bien por la vía fiscal, bien por la vía de las ayudas sociales. Supongo que el señor Hessel preferiría tener un politburó decidiendo quien se merece qué.

Se pregunta Hessel cómo es posible que conquistas sociales del periodo de posguerra no sean hoy asumibles por los estados si la riqueza se ha multiplicado. Eso es sencillo, los receptores y el coste de esas ayudas sociales se han multiplicado exponencialmente, han crecido mucho más que los contribuyentes. Pongamos un ejemplo, pensemos en el modelo europeo de pensiones, en los 50 con prácticamente ningún beneficiario y millones de contribuyentes, era económicamente viable, hoy, por la evolución demográfica es una bomba de efectos imprevisibles. Hablo de las pensiones porque el señor Hessel critica como ha caído la proporción entre pensión y salario, eso no ha ocurrido en España, ni en Grecia, que están por el 90%

También nos comenta algunos datos con los que no estoy de acuerdo, según él, este modelo ha incrementado las desigualdades, no en España. Y tampoco se puede decir eso en otros países europeos. Las clases medias con una creación de la economía del siglo XX, sí que creo que el modelo de estado de bienestar es insostenible y que desgraciadamente será reformado.

Es gracioso que el autor se sorprenda de que los bancos sólo piensen en sus accionistas y en sus directivos, y no en el “bien común”. En España teníamos una banca sin ánimo de lucro, que pensaba en el “bien común” y que ha estado a punto de llevarnos al pozo, se llaman Cajas de Ahorro. Dios nos libre de una banca así. Digo teníamos porque parece que la solución al fiasco es que los bancos tengan propietarios que pidan dividendos y controlen la gestión. Y lo mismo se puede aplicar a otras situaciones de la vida, un mundo sin recompensas es un mundo sin prosperidad, hemos podido comprobarlo en media Europa con el modelo comunista.

En resumen, parece ser que debemos de indignarnos por el desigual modelo económico en el que vivimos, y que la única solución que se atisban en estas páginas es el modelo socio económico de la Francia de la posguerra.

martes, mayo 24, 2011

CCM, la peluquería canina

Es una pena lo abandonado que tengo el blog, podría decir que es falta de tiempo, pero seguramente también es falta de ideas.

Hace unos días, caminando por la calle Luchana en Madrid, descubrí que lo que era una sucursal de la quebrada Caja Castilla La Mancha (CCM), se había transformado en una peluquería para perros. Tiene gracia la cosa, de sucursal de la nefastamente gestionada CCM, a poner rulos a caniches. Y lo peor de todo es que seguramente será una actividad económicamente más rentable, que explotar una sucursal de una caja de provincias en una calle secundaria de Madrid.

Y ¿por qué ahora hacen la permanente a los perros en el local de CCM?, básicamente porque hordas de gestores sin capacidad e irresponsables dilapidaron dinero que no era suyo en proyectos absurdos o poco rentables, bien por presiones políticas o por propias ambiciones personales, o por la irresponsabilidad del descontrol, no se plantearon el retorno de dichos planes. Nunca antes había quedado tan palpable el peligro de que la mitad de tu sistema financiero “no tenga ánimo de lucro”.

Eso de que una institución financiera no tengas ánimo de lucro es una antítesis, la única forma de controlar la gestión es querer ganar dinero con ella. De otra forma estaríamos a buscar otros fines, los políticos, los altruistas, que seguramente están reñidos con la rentabilidad; lo que es peligroso para un banco. Porque un banco invierte el dinero de sus ahorradores y los ahorros son sagrados.

Espero que hayamos aprendido de nuestros errores.

martes, diciembre 14, 2010

¿Cuántas farmacias hay en tu calle?

Caminando por la calle Ponzano, en Madrid, me sorprendí al ver que a la altura del número 40 hay dos farmacias una enfrente de la otra, pero es que además, en ese tramo de Ponzano (entre Ríos Rosas y José Abascal) hay al menos dos farmacias más.
Continuando con mi paseo, de unos 15 minutos me encontré con 8 oficinas de farmacia más.
Es sorprendente, tal abundancia de oficinas que dispensan medicamentos en el centro de Madrid, ni que fueran bares. Lo cierto es que las farmacias ofrecen todas prácticamente los mismos productos (a excepción de esas que se han convertido en una suerte de perfumerías atendidas por batas blancas). A diferencia de los bares, nadie va ir de farmacia en farmacia probando en cada una la amoxicilina como si de un vino se tratara. Por eso es llamativo que haya tantas, y que sean rentables. Entiendo que son rentables porque no recuerdo ver cerrar a una farmacia, y seguro que todos hemos visto a bares y tiendas cerrando en estos últimos tiempos.
En resumen, unos establecimientos que basan su negocio es distribuir un producto que en mayor o menor medida está pagado por el estado, proliferan hasta en absurdo en nuestras ciudades. Esto me hace pensar que si ganaran algo menos con este negocio, quizás habría menos farmacias (lo ignoro), pero seguro que nos ahorraríamos una pasta.
Cuando en la tele hablan de que el gobierno tiene que apretarse el cinturón nadie parece pensar en las decenas de absurdos que pueblan la economía española, ahora estoy hablando de las farmacias, pero algo similar se puede aplicar a las administraciones de lotería, los estancos, los notarios, los registradores, las oficinas de correos y un largo etcétera de actividades que siguen estando reguladas como resultado de antiguas prebendas y absurdos controles.

viernes, agosto 13, 2010

Veraneo en el Carrefour Market

Publiqué el año pasado un comentario sobre la decisión de la empresa Carrefour de cobrar por las bolsas de la comprar y proponer el uso de bolsas reutilizables en otros materiales.
Yo, por suerte o por desgracia, casi nunca entro en un Carrefour o en un supermercado en general, pero con el verano y al tener más tiempo para gastar entré en Carrefour Market de al lado de mi casa hace unos días.
Esto merece un comentario, breve, el local en cuestión era un Simago (desde que yo soy capaz de recordar), después pasó a llamarse “Champion”, posteriormente los dueños le cambiaron el nombre a Carrefour, poco después la añadieron la coletilla de “Express”, seguramente en contraposición a la lentitud de su línea de cajas; ahora, finalmente, el local se llama Carrefour Market, ignoro que mente preclara ha concebido la idea de que la gente va a comprar más a gusto en un lugar con ese nombre; yo sigo prefiriendo el casposo Simago que el franco-inglés Carrefour Market. Supongo que es la misma persona que ha decidido que los Sabecos de toda la vida se llamen “Simply City”, impresionante ¿verdad?
Después de esta interrupción, recupero mi relato, al terminar de elegir productos en el Carrefour Market, voy a una de esas cajas “rápidas” y veo que la cajera coge una bolsa (de esas tan buenas hechas con patatas), la pasa por el lector, y empieza a meter en ella mi compra. Totalmente indignado ante la perspectiva de pagar 5 céntimos de más le conmino a que saque los productos de la bolsa de patata que no pienso pagar. En esto, la cajera me informa que la bolsa no se cobra, y era cierto, la pasan por el lector para mosquearte.
Después de un año, la conciencia medio ambiental de Carrefour, al menos de la versión market, está flaqueando. Quizás sea debido a que la audaz medida no fue seguida por la competencia, con el consiguiente impacto en las ventas. Lo cierto es que resultaban llamativas las hordas de compradores bien provistos con su bolsa de rafia que entraban en el establecimiento. Recordaba a esos países del otro lado del telón de acero donde la gente llevaba siempre una bolsa por si encontraban alguna de las tiendas del estado ofreciendo algún producto (por pintoresco que este fuera).
En resumen, que da la impresión de que lo que se ahorraban con las bolsas, lo perdían en menores ventas, y eso no puede ser… Me sorprende que no hayan llamado a la tele para anunciar este cambio.

lunes, agosto 02, 2010

Una plaza vacía

Publica hoy el diario El País, una foto en su portada que en mi opinión remarca el absurdo de la polémica creada alrededor de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.
En la foto, se ve la Monumental del Barcelona prácticamente vacía (a excepción de unos cuantos turistas despistados) días después de aprobarse en el parlamento regional la prohibición.
Digo que resalta el absurdo, porque es claramente absurdo movilizar toda esta maquinaria legislativa para prohibir un uso que, en Cataluña, claramente agoniza. Y también es absurdo que a le gente se le llene la boca hablando de atentado a la libertad, como si las corridas de toros fueran un derecho inalienable, similar al acceso al agua corriente y la educación. Éste es un derecho, que la inmensa mayoría de los catalanes no deseaba ejercer, el del asistir a corridas de toros en el territorio de la comunidad autónoma, por lo tanto su impacto es limitado.
En base a ese limitado impacto, llama la atención que los diputados catalanes corran a evitar en día antes de las vacaciones que unos cuantos toros perezcan en la plaza Monumental de Barcelona, en aras del respeto a los animales. Pero ya alcanza el absurdo cuando son los mismos diputados que en aras a la defensa (de sus votos en Tarragona o de los usos culturales del territorio), defiendan costumbres tan cuestionables como perseguir toros con los cuernos ardiendo por las calles o echarlos al agua desde un puerto.
Ni se ataca a la libertad, ni se protege a los bichos, se hace política de baja calidad con argumentos que todo el mundo entiende, pero que importan poco. ¿Acaso corren los diputados catalanes a aprobar leyes para evitar el despilfarro y el mal uso de los caudales públicos? ¿defienden esos diputados a los toros en los pueblos de Tarragona? ¿van a las plazas esos que se llenan la boca con la defensa de la “fiesta nacional”?...

miércoles, septiembre 02, 2009

Prohibamos las barbacoas

Ayer nos bombardearon con dos noticias, por un lado Carrefour ha decidido dejar de ofrecer bolsas en sus supermercados de Madrid, y por otro la Unión Europea ha prohibido la fabricación de bombillas incandescentes de 100W.
De la noticia de Carrefour, lo que más me ha soliviantado es ver a toda esa gente saliendo del super con sus nuevas “bolsas de pago” alabando las bondades de la medida por el bien del planeta. Nadie señalaba la principal razón de Carrefour para introducir el cambio, mejorar sus márgenes y obtener cientos de minutos de publicidad gratuita en la tele. Decía un responsable de marketing de la cadena de distribución que ellos no pretendían ganar dinero con las nuevas “bolsas de pago”, y yo, me lo creo; ellos lo que quieren es dejar de gastar dinero en las bolsas de plástico. A ellos no les preocupa la improbable situación de que un delfín se trague una de sus bolsas, les preocupan sus márgenes, ahora que la gente tiene menos alegrías al consumir. La preocupación de Carrefour es equivalente a la de Telefónica cuando te ofrece la factura electrónica. Al final, con rentabilidades cada vez más estrechas las empresas reducen sus servicios (bolsas, facturas de papel o hablar con una persona en un call center), y el único perjudicado es el cliente. Esto es parecido al auto-servicio en las gasolineras, que no repercute en mejores precios, pero que implica pringarse cada vez que llenas el depósito de diesel.
La noticia de las bombillas parece de chiste, además, parece ser que hay un programa de eliminación progresiva, y que al año que viene le toca a las bombillas de 75W. Por lo que dice la prensa, iluminar con una bombilla incandescente no es eficiente, como tampoco lo es cocinar con una resistencia eléctrica o que para ir al trabajo una sola persona se desplace en un automóvil todo terreno de mas de 2.000 kilos; sin embargo eso no lo prohibimos, prohibimos lo de las bombillas incandescentes. Ahora que los productores europeos de bombillas han desplazado la producción de sus bombillas incandescentes a países fuera de la Unión, parece ser un buen momento para crear demanda en sus productos de mayor valor añadido, producidos seguramente en los alrededores de Stuttgart o de Eindhoven. Hay muchísimos productos ineficientes, pero más importante, los hay incluso nocivos, que a nadie se le ha ocurrido prohibirlos, estoy pensando en el tabaco, al alcohol, o las motos de agua, o los deportivos biplaza. No sé que es más grave, la medida por absurda e interesada, o que la prensa se llene de loas y de afectada preocupación medioambiental. Yo propongo que prohíban las barbacoas, que la gente use el microondas en sus comidas campestres.
Siendo un poco constructivos, en ambos casos, habría que introducir una señal de precio que cambiara la actitud del consumidor, no hay nada inventado, hay impuestos sobre el tabaco, el alcohol o las gasolinas. Introduzcámoslo también sobre las peligrosas bombillas incandescentes o las asesinas de delfines bolsas de supermercado, y de paso, gravemos las barbacoas, los hornillos, las motos acuáticas y por encima de todo los 4x4 y los deportivos biplaza.